En
primer lugar, para entender las caracterizaciones de la población debemos
entender el término de esta misma. La palabra «población» proviene del latín
“multitud”. Este término se suele referir a un conjunto de individuos, no necesariamente humano, que
integran una comunidad, y que habitan en un área o, espacio geográfico, determinado.
En
la actualidad las poblaciones son objeto de diversos estudios, sobre todo en área
de su extensión y concentración en ciertas áreas o regiones, al igual que en
los niveles en los que esta misma se organiza. Así es como gracias a todo estos
estudios en base a su formación, desarrollo y crecimiento de las comunidades,
es que ahora tenemos más información de estas mismas, logrando reagrupar a la
población en varios tipos.
Tipos
de población.
Poblaciones Familiares: Son aquellas en las que los individuos están unidos por lazos consanguineos o de parentesco.
Poblaciones Gregarias: Formadas por conjuntos de individuos, lo cuales no están necesariamente
emparentados, lo cuales comparten algún tipo de movimiento grupal, ya sea: con fines migratorios, defensivos o predatoriales.
Poblaciones Estatales: Aquellas caracterizadas por la jerarquización, especialización y
reparto de labores entre sus individuos, lo cual hace posible la vida aislada.
Poblaciones Coloniales: Aquellas que forman individuos unidos físicamente o que comparten espacios muy pequeños, en los que proliferan y del que generalmente no se movilizan, como los corales.
Las
poblaciones regularmente suelen crecer o, en su defecto, decrecer. Esto ha dado
para muchos objetos de estudio, y entre ellas, formas en las cuales estas cifras de población
suben o baja, dependiendo a las condiciones. Entre ellas están:
Disponibilidad
de recursos, sobrevivencia, movilidad, natalidad y mortalidad. Estas últimas muy
importantes, debido a que:
- Si la tasa de natalidad es muy superior a la de mortalidad, la población crecerá vertiginosamente.
- Si la tasa de natalidad es apenas superior a la de mortalidad, la población crecerá lentamente.
- Si la tasa de natalidad es igual a la de mortalidad, la población no crecerá ni decrecerá.
- Si la tasa de mortalidad es muy superior a la de natalidad, la población decrecerá vertiginosamente.
- Si la tasa de mortalidad es apenas superior a la de natalidad, la población decrecerá lentamente.
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